"NO PODEMOS MÁS CON LAS RABIETAS DE MI HIJO"


    


     Las rabietas en los niños pueden prolongarse hasta los 5 o 6 años, como una etapa más en su desarrollo. A partir de los 4 años, los niños todavía no han superado su egocentrismo, necesitan afianzar su carácter, reafirmarse a sí mismos y necesitan unos límites claros para ir consiguiendo ser tolerantes a la frustración y todo esto suele ir acompañado de “rabietas”.
     Los padres, en muchas ocasiones, nos sentimos desbordados cuando estas rabietas se repiten con mucha frecuencia y creemos que ya hemos “probado todo” y no funciona nada. Nos sentimos culpables y nos cuestionamos qué estamos haciendo mal. Pues ¡TRANQUILOS! No sois los únicos y, además, nadie tiene la “receta mágica”. Probando diferentes estrategias podemos dar con la que a nosotros nos funciona, con este hijo y en estos momentos, pero nada más y... ¡nada menos!
     “NO te tomes la rabieta como algo personal. El hijo es tuyo, pero su rabieta no. No pienses que puedes controlar su rabieta, porque en la mayoría de los casos no va a ser así” (Álvaro Bilbao, 1/1/19)
     Os presentamos algunas orientaciones generales que nos parecen importantes y que cada familia debe adaptar a sus circunstancias.
ANTES DE LAS RABIETAS:
Ø  Constancia y coherencia en los padres.
                                    Los padres tienen que estar de acuerdo a la hora de poner las normas y aplicar consecuencias.
Ø  Pocas normas, claras y concretas, que se flexibilizan cuando es necesario hacer excepciones. Negociar las normas y las consecuencias.
Ø  Elaborar el “kit de emergencia”
            Hacer un listado de lo que puede hacer cuando está enfadado/enrabietado (golpear “un” cojín, tirar a la puerta una pelota de goma espuma, rayar con una pintura “esa “cartulina, gritar en “ese” armario, romper/rasgar “esos” papeles...)  
Ø  Los padres son el modelo
            Los niños aprenderán a manifestar sus emociones igual que sus papás.
Ø  Atender sus necesidades (cansancio, sueño...)
                        Los niños no responderán si no cubrimos sus necesidades antes.
Ø  No evitarles situaciones de error, de desilusión...
            Dejar que el niño haga las cosas solo, aunque se equivoque.

DURANTE LAS RABIETAS:
Ø  Mantén la calma
            Si perdemos el control y nos enfadamos, no podemos ayudar al niño a controlar sus emociones.
            Es difícil pero con el tiempo se va consiguiendo.               
Ø  Sujeta al niño sólo en caso de que haga daño
            El llanto, las pataletas son la forma de descargar su tensión. Hay que darle su espacio y su tiempo. No le repitas varias veces que se calme.
Ø  Reconoce su emoción, utilizando la empatía
      “estás muy enfadado porque no puedes ver más dibujos, no?”
Dos o tres comentarios empáticos. No intentes razonar.
Ø  Quédate cerca, sin dejarle sólo pero sin intervenir
    No debe sentirse abandonado, pero necesita una cierta distancia emocional “cuando estés más calmado podremos hablar”
Usa frases cortas y claras, no largas explicaciones.
Ø  Conserva tu postura
            Sé consecuente, no cedas, sino lo que le estas diciendo al niño es que “su rabieta le ha merecido la pena”.

DESPUÉS DE LA RABIETA
Ø  Ayúdale a relajarse
            Palabras serenas y cariñosas, un abrazo, un masaje...
Ø  Hablar sobre lo ocurrido
            ¿qué le ha pasado? ¿qué puede hacer en otra ocasión? ...


     Esto es la teoría, pero la práctica es más complicada porque no siempre los padres pueden tener calma, constancia...ES NORMAL, somos humanos. Lo importante es ser conscientes del camino a seguir, las paradas, las salidas del camino, las piedras... son parte de ese aprendizaje que es SER PADRES.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué hago cuando aparece un malestar al tratar de cumplir mis objetivos?

Miedo a salir

SEIS PILARES PARA MANTENER EL CEREBRO SANO